Niño huérfano que fue acogido por la Iglesia y le echaron de ésta por su conducta rebelde. Nunca atendía a las lecciones de misa o hacía las tareas, ni mostraba asertividad con nadie. Estaba en un entorno en el que no podía ser él mismo. Cuando le echaron, se aseguraron de que no pudiera cometer ningún acto rebelde y le revocaron las artes mágicas que poseía, dejándole solo con artes curativas. Al salir, tuvo que buscarse la vida y se topó con un grupo del ejército, y encontró el objetivo de su vida. Aunque no pudiera dedicarse a atacar, lucharía en la guerra utilizando sus artes curativas.